Espectáculo y lucha a muerte en el Senado de los EEUU
Trump intenta de nuevo salirse, en lo posible, del guión mundialista y quiere nombrar para el Tribunal Supremo, órgano deciviso en la democracia norteamericana, a Brett Kavanaugh, católico practicante con lo que eso significa. ¿La consecuancia? La ira de los «demócratas» anti vida, anti libertad religiosa, anti… todo lo normal y a favor de todo lo anormal.

La Izquierda está DESESPERADA por detener al juez Kavanaugh nominado del Presidente Trump al Tribunal Supremo; un juez católico, pro Vida, pro Familia, pro Libertad religiosa. El Supremo de EEUU son nueve jueces vitalicios que en muchos casos tienen más poder que el Presidente y el Congreso juntos. Son como el Supremo y el Constitucional de España fusionados en uno, PERO MUCHO MAS PODEROSOS aún.

Hoy es el gran día para Christine Blasey Ford. La denunciante del Brett Kavanaugh declara ante el Comité del Senado que está examinando al candidato al Tribunal Supremo de los Estados Unidos. La señora Ford afirma que fue acosada sexualmente por el juez Kavanaugh cuando ambos iban al instituto, a principios de los años 80 del pasado siglo. Internet se llenará de eslóganes del tipo #YoSíTeCreo o #MeToo.
Su testimonio va a ser escuchado con la mayor atención en todo el mundo. En teoría, quien denuncia algo así tiene que demostrarlo. Solo en teoría. Por el contrario, toda la presión va a recaer sobre el señor Kavanaugh, para que demuestre que no acosó sexualmente a su compañera de instituto hace más de treinta años.
El mundo al revés. Y la justicia al revés. Se ha pasado los últimos días rebuscando en casa, hasta encontrar una agenda escolar que –según el juez Kavanaugh– demostraría que él no estaba en el lugar donde la denunciante afirma que la acosó.
Todo en este plan, puro disparate. Se empieza invirtiendo la carga de la prueba, y acaba uno agarrándose a una agenda escolar.
Los Republicanos en el Senado han hecho un movimiento interesante en las últimas horas. No serán sus senadores quienes interrogarán a la señora Ford. Todos son hombres en el Comité Judicial que está examinando al señor Kavanaugh.
Un grupo de hombres interrogando a una “víctima” de abusos. Sin duda, los Demócratas han buscado esa “foto” para hundir un poco más al candidato. Hay que impedir como sea que Brett Kavanaugh, católico y pro-vida, llegue al Supremo y decante la mayoría del lado conservador en sentencias sobre el derecho a la vida, la familia, la libertad de conciencia y de expresión frente al aborto o la agenda LGBT.
No es una batalla cualquiera. Es la madre de todas las batallas en la polarizada política estadounidense.

Así que, los Republicanos han invitado a Ratchel Mitchell, una abogada de Arizona experta en ganar denuncias por crímenes sexuales. Un perfil profesional intachable, incluso para los Demócratas y las feministas con su sentencia ya escrita de antemano en este caso. Será ella quien, por el lado republicano, interrogue este jueves a la denunciante.
Esto se pone de lo más interesante. A veces, se puede ir por lana y salir trasquilad@. Todos creen a Christine. Yo también. Me too. La creo capaz de lo que sea, con tal de hacer descarrilar al juez Kavanaugh. Me sentaré a seguir la sesión por la CNN con palomitas y refrescos.
